viernes, 31 de marzo de 2017


JESÚS ANTE ANÁS Y CAIFÁS 
Escuela Italiana , SIGLO XVIII
Óleo sobre leinzo. 
Detalles de conservación y restauración. Reentelado. 
114 x 124 cm 

Colección de Arte Cantú Y de Teresa 





José ben Caifás o Yosef Bar Kayafa (en hebreo y arameo: יוסף בַּר קַיָּפָא Iosef ben Cayafás). Sumo Sacerdote judío, de la secta de los saduceos que vivió durante el reinado del emperado Cesar Augusto  Según las Escrituras canónicas cristianas, fue uno de los líderes de la conspiración que logró la condena a muerte de Jesús de Nazaret.
En el año 18 d. C. Caifás fue nombrado Sumo Sacerdote por el procurador romano de Judea, Valerio Grato sustituyendo a Simon ben Camithus. Casado con la hija del ex Sumo Sacerdote Anás, se mantuvo como máxima autoridad religiosa judía durante toda la administración de Poncio Pilato, sucesor de Grato, ocupando el cargo durante dieciocho años En el año 36 fue destituido por el procurador Vitelio




Como saduceo, Caifás no creía en la resurrección de los muertos, al contrario que los fariseos. Según el Evangelio de San Juan, las noticias sobre una supuesta resurrección de Lázaro realizada por Jesús alarmaron a los Sumos Sacerdotes, hasta el punto de que el Sanedrín (tribunal supremo de los judíos) se reunió en una sesión extraordinaria, para decidir lo que harían con Jesús. La reunión estuvo presidida








por Caifás, en calidad de Sumo Sacerdote en funciones. No obstante, su suegro Anás, que mantenía una gran autoridad dentro del tribunal, influyó notablemente en la resolución del caso. De esta reunión salió la famosa frase de Caifás que plasma su pensamiento sobre Jesús: "...conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación".
Al anochecer, después de que Jesús fue arrestado, fue llevado a la casa de Anás donde fue detenido, interrogado y golpeado. Anás se lo entregó a Caifás, pero Caifás no tenía autoridad para ordenar pena de muerte a nadie, por tanto llevó a Jesús ante Pilatos, gobernante romano en Judea, para que decidiera su suerte.



Los romanos no realizaban ejecuciones basadas en transgresiones a la ley judía, por tanto el cargo de blasfemia no tenía validez para Pilatos. Pilatos, al saber que Jesús era de Galilea, jurisdicción de Herodes Antipas, lo remitió a Herodes, que en aquellos días estaba en Jerusalén Pilatos habría deseado que Herodes Antipas se encargara del caso, mientras que el Sanedrín habría deseado que Pilatos se decidiera por la ejecución de Jesús. Herodes con sus soldados menospreció a Jesús y se burló de él vistiéndolo con una ropa espléndida como de reyes; y se lo regresó a Pilatos.

Después de la crucifixión de Jesús, Caifás continuó persiguiendo a los primeros cristianos hasta su cese como máxima autoridad religiosa en el año 36. En una ocasión llevó a los apóstoles ante los líderes religiosos para advertirles de la prohibición de diseminar las enseñanzas de Jesucristo. Aunque la Biblia no dice nada más de él, se cree que Caifás murió asesinado, en la toma de Jerusalén por los romanos


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